sábado, 21 de mayo de 2011

HISTORIA DEL BAJO ELECTRICO - PARTE 1-

HISTORIA DEL BAJO ELECTRICO 

- PARTE 1-

contrabajo

El bajo eléctrico tal y como se le conoce hoy es un instrumento muy joven, pero sus orígenes se remontan en realidad muy atrás en el tiempo. Frente a los –aproximadamente- 60 años de edad del bajo eléctrico, su más directo antecesor, el CONTRABAJO cuenta con más de 500.

 

Sin embargo hay algunas evidencias de la existencia de instrumentos parecidos al actual contabajo en el Siglo XV, y la ilustración más antigua conocida de uno de estos instrumentos data de 1516, un instrumento de la familia de la VIOLA, con trastes de tripa y dimensiones ligeramente más reducidas que el contrabajo actual. La mayoría de estas “Viola-bajos” o violines disponían normalmente de seis cuerdas (aunque eran también comunes los bajos de tres cuerdas), usaban diferentes afinaciones y eran de dimensiones variables, desde el tamaño aproximado del cello actual hasta mucho más grandes que el contrabajo. El problema fundamental para los luthieres que construían estos bajos era encontrar un material adecuado para las cuerdas, habitualmente de tripa, pues los ejecutantes encontraban grandes dificultades para lograr un sonido claro en las notas graves del diapasón.

VIOLA

Entre los antecedentes del bajo eléctrico que eran tocados en posición vertical se encuentra el Chitarrone o la Tiorba, que, construidos en muy diversas variedades, contaban a veces con dos o más diapasones y un tercero dedicado al registro grave, ya muy similar al bajo eléctrico actual.


CHITARRONE

El bajo continuo de la música barroca estaba a cargo generalmente del clavicordio, la tiorba y el contrabajo, que ejecutaban normalmente las líneas de bajo al unísono. Sin embargo el volumen siempre ha sido el principal problema que debían resolver los constructores de estos instrumentos, y la estrategia más obvia para afrontarlo era simplemente elaborar instrumentos cada vez más grandes. Así, a principios de 1900, Gibson, Vega y otras compañías ofrecían en sus catálogos el enorme “Mando-bass”, el más grande miembro de la familia de la mandolina.

Otra compañía norteamericana, Regal introdujo en la década de los 30 su “Bassoguitar”, una enorme guitarra baja acústica de más de un metro y medio de altura, fretless, con escala de 42 pulgadas propia del contrabajo y marcas allí donde debería haber estado los trastes. Dobro introdujo por la misma época un instrumento similar, un versión “king-size” de sus famosas guitarras resonadoras.

BASSOGUITAR

Con la aparición de la electricidad los luthieres pronto comenzaron a usarla para resolver los problemas de volumen, y así, a finales de la década de los 30, Gibson construyó su “Electric Bass Guitar”, muy similar al "Bassoguitar" de Regal pero que incorporaba una pastilla magnética para la amplificación del instrumento. Los únicos amplificadores de la época estaban sin embargo diseñados para la guitarra, y Gibson construyó solamente dos ejemplares de este modelo.

Ya Lloyd Loar, un ingeniero de la Gibson, había tenido una idea similar cuando había construido en 1924 un instrumento pequeño, pero amplificado eléctricamente. Su primer prototipo de Contrabajo Eléctrico era muy similar a los contrabajos eléctricos que conocemos hoy día, pero cuando Loar presentó su idea a Gibson, ésta no pareció muy interesada y el ingeniero creó su propia compañía, Vivi-Tone para distribuir éste y otros instrumentos de su invención. Por desgracia no hay evidencia de que la producción de instrumentos Vivi-Tone comenzase jamás, pero Loar es hoy reconocido como el verdadero “inventor” del bajo eléctrico. Durante el resto de la década de los 30 diversas compañías ofrecieron modelos de contrabajo eléctricos, y de entre ellos, quizá el más conocido fuese el “Electro Bass-Viol” de Rickenbacker, que, equipado con las famosas pastillas de herradura típicas de la marca y usando cuerdas de tripa, se vendía con su propio amplificador incorporado, y con el que se llegaron a grabar algunos discos.



Sin embargo el primer bajo eléctrico de la historia, de cuerpo sólido y diseñado para ser ejecutado horizontalmente, fue el construido por Paul Tutmarc, un guitarrista de Seattle que, preocupado por los problemas de espacio y transporte de los guitarristas de la época creó su modelo Audiovox Model 736 Electronic Bass, un bajo eléctrico de escala corta, cuatro cuerdas y pastillas magnéticas que fue lanzado al precio de 65 dólares y del cual fueron construidos tan solo unos 100 ejemplares. Existe una gran controversia acerca de si Leo Fender conocía los instrumentos de Tutmarc o no cuando creo su Precision Bass, en 1951, pero no cabe duda que el modelo de Tutmarc era en esencia idéntico a lo que hoy conocemos como un autentico bajo eléctrico.


TUTMARC AUDIOVOX 736 ELECTRONIC BASS


FENDER PRECISION 1951





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